Ruta nepali

La mayor parte del trayecto entre Pokhara y Kathmandu transcurrio mas cercana al mundo onirico que al real. Una suerte de siesta sempiterna hacia el viaje mas llevadero y, cuando en algun momento los turistas recuperaban la consciencia, contemplaban someramente el paisaje nepali para regresar al poco a sus suenyos. En alguna de estas interrupciones, los ojos somnolientos se abrian de par en par, sobresaltados, al ver vehiculos accidentados en la ruta. En primero que vieron los turistas fue un autocar que habia surfido un choque frontal. El morro del automovil estaba destrozado, sin embargo no habia gente en los alrededores (probablemente habia sucedido hacia ya rato y otro autobus los abria recogida). Al cabo de un buen rato y unos pocos kilometros vieron como unas gruas trataban de izar un autocar que habia caido barranco abajo. Los pelos de los turistas se erizaban, los frenazos que iba dando su propio autobus les provocaban sudor frio, lluvia fria sobre la espalda, ya que la tension era incesante. Asi pues, la mejor opcion era volver a dormirse. Y asi lo hicieron.

Los autobuses, tanto indios como nepalies, eran ciertamente peculiares. Habia cientos de clases y tipos, pero los conductores tenian los mismos habitos en todos ellos. En la carretera tiene preferencia el vehiculo mas grande, aquel que pareceria salir victorioso de un altercado con otro vehiculo. Asi, los autocares estarian en la parte alta de esa piramide jerarquica dentro de la fauna del asfalto. El claxon se utilizaba casi continuamente, sirviendo para avisar a los transeuntes (estos se apartaban presurosos, y no es para menos, ya que el vehiculo jamas aminoraba la marcha), a modo de rugido amenazador, para amedrentar a otros vehiculos, o como instrumento de aviso al entrar en puertos de montanya, ante curvas cerradas... Por otra parte, su sonido puede ser de lo mas variopinto. Mientras en occidente el sonido de un claxon parece identico al de otro, en Nepal (y, en menor medida, en India), tienen autenticas melodias que parecen disenyadas para bromear. De hecho, el trafico en estos paises recuerda a esa atraccion para ninyos que siempre esta presente en todas las ferias, en las que uno va en un coche deportivo, mientras el crio de al lado pilota un camion de bomberos, mientras lo persiguen un caballo y una jirafa (curiosamente de la misma medida que los vehiculos) y, algo mas rezagada, una ambulancia. Todos los crios, disfrutando de ese scalextrixc hecho a su medida, no hacen otra cosa que dar volantazos y apretar continuamente al claxon que, curiosamente, tiene el mismo sonido que los autocares y camiones nepalies! Ese caos que se respira en las ferias (y esa habilidad que tiene un crio de 5 anyos al volante) ejemplifica perfectamente a que se enfrentaban los tres turistas cada vez que realizaban un trayecto en autobus por aquellas remotas redes de carreteras. La unica diferencia era que, mas que diversion, durante el viaje la angustia, la tension y las bromas acidas (con risas forzadas en lugar de lagrimas de terror) los acompanyaban.

No hay comentarios: